Aunque el nombre de Pequinés se le dio a finales del Renacimiento, este perro es criado en China desde épocas muy remotas. Su raza se originó en el cruzamiento de un antiquísimo perro, el Pal, muy querido por las antiguas dinastías chinas, con el tibetano Lhassa. Durante muchos siglos, el Pequinés se constituyó en el perro exclusivo de los emperadores chinos, y se aplicaban penas muy severas, que incluían la de muerte, a quien robara o matara un Pequinés. También su exportación estuvo severamente prohibida hasta mediados del siglo pasado. No existe ninguna duda que el criador más grande de Pequineses fue el emperador Tao Kuan, en la primera mitad del siglo XIX. En Europa fue introducido por los oficiales ingleses que participaban en la guerra del opio (1840 - 1842). Inmediatamente después de que los primeros Pequineses aparecieron en las exposiciones inglesas, su difusión fue rápida en todos los continentes.